lunes, 14 de febrero de 2011

Rooney y su "tiro de chalaca"


Una nueva entrada y me veo obligado a repetirme... WAYNE ROONEY lo ha vuelto a hacer. Tengo especial predilección por el juego de este inglés con pinta de hooligan, pero parece empeñado en superarse. Este pasado fin de semana fue el protagonista de la cura de humildad que el United propinó a su rival ciudadano. El bueno de Wayne se puso el equipo a la espalda, le endosó un golazo al City y se erigió como la gran estrella del derbi, a priori, mas igualado en mucho tiempo. A parte del buen partido que hizo y de la importante victoria de los reds, lo que ha dado la vuelta al mundo ha sido su tremenda chilena, o "bycicle kick" como lo llaman por allí.
Este recurso normalizado por Oliver Aton y tan valorado por los "hacedores" de rankings de goles, es casi tan antiguo como el mismo fútbol. De hecho, el termino "chilena" no es el primero que se dio a la jugada. Periodistas e historiadores sitúan el nacimiento del recurso técnico a finales del Siglo XIX, un poco al norte de Chile. Concretamente fue en la localidad peruana de Callao, en los partidos organizados por ingleses, dónde los locales utilizaron el otrora conocido como "tiro de chalaca". Se le llamó así en honor a los habitantes de Callao (los chalacos), sus inventores. Se dice que a estos partidos acudían europeos, argentinos y chilenos que pudieron disfrutar en mas de una ocasión del espectacular recurso técnico. Lo de "chilena" llegó después. Fue un español criado en Chile el que popularizó la jugada y le acabó dando nombre. Ramón Unzaga fue un deportista multidisciplinar de origen vasco que, habiendo practicado atletismo, gimnasia, natación y waterpolo, se decidió por el fútbol. Nacionalizado chileno a los dieciocho años, hizo la primera chilena registrada de la historia del futbol. Fue en enero del 1914, en el estadio de El Morro, en el puerto de Talcahuano (Chile), hoy rebautizado con su nombre. Unzaga participó con Chile en el I Campeonato Sudamericano que se celebró en Buenos Aires en 1916. Como no podía ser de otra manera, el vasco tiró de repertorio y enseño su pirueta al mundo. Sorprendidos por tal recurso los periodistas argentinos, muy dados a bautizar las cosas, la llamaron por primera vez "chilena".
A lo largo de la historia ha habido grandes especialistas en este tipo de movimiento. Jugadores con un control especial de su cuerpo, capaces de medir los tiempos, dotados de buen salto y gran remate. Algunos han llegado a especializarse, como HUGO SÁNCHEZ o Van Basten. Del mexicano ha quedado para la historia la chilena que marcó al Logroñes estando en el Real Madrid, la mejor para muchos. VAN BASTEN tiene un largo repertorio de voleas, tijeretas (otro tipo de disparo similar a la chilena) y demás remates suspendido en el aire. Si Johan Cryuff era "el holandés volador", Marco Van Basten bien podría ser considerado su perfecto heredero. El delantero marcó una de las chilenas más espectaculares que se recuerdan defendiendo todavía los colores del Ajax de Amsterdam.
Los cules vivimos unos años oscuros en los que no se ganó ningún título. La tristeza sin embargo se disipó de golpe una noche mágica. Aunque parezca mentira, esa noche un brasileño hizo sentirnos orgullosos de un equipo que no había logrado más que ser cuarto en la liga. El que entonces fue el tercer gol del partido de RIVALDO es y será recordado como uno de los mejores de la historia del fútbol. Era el minuto 90, el Barça empataba en casa contra el Valencia y veía como se esfumaban sus opciones de estar en Europa la siguiente temporada. Rivaldo había sido la figura del partido con dos goles. Frank de Boer cogió la pelota en medio campo, la picó por debajo hacia el área rival. El brasileño la controló con el pecho, demasiado alta parecía. Se elevó en el aire, se suspendió una eternidad, inició un giró que parecía imposible sobre el suelo e impactó la pelota con toda el alma, ajustándola a la base del palo y desatando la locura. La estirada de Cañizares resultó inútil, el gol subió al marcador y dio la vuelta al mundo.
Seis años después, otro brasileño levantaría al Camp Nou con una chilena para la historia. RONALDINHO, escogido ese año mejor jugador del mundo, se inventó una genialidad que le ayudó a disipar por un tiempo las dudas que empezaba a despertar entre los aficionados blaugrana. Muy similar en lo técnico a la de Rivaldo, algunos llegaron a decir que superaba la de su predecesor. Pase bombeado (esta vez de Xavi), control con el pecho dentro del área, algo escorado a la derecha del portero y remate potente y colocado, imparable. Otro golazo más para la historia de las "chalacas".
En la actualidad, las grandes figuras también han dejado "sus" chilenas para el recuerdo. MESSI la hizo en un partido de pretemporada con el Barça, contra las Chivas de Guadalajara, y ni siquiera subió al marcador. CRISTIANO RONALDO por su parte, regaló al mundo una genial chilena con su país, colocando el balón en la escuadra tras control y remate impecables.
Dos de las más espectaculares que podemos encontrar en la red no las han protagonizado grandes figuras. La magia de la chilena nació en sudamerica y desde allí llegan estas dos espectaculares jugadas. La primera es una magnífica combinación culminada con dos chilenas, una para centrar y otra como remate final. La otra podría estar protagonizada por los mismísimos gemelos Derrick. Un tiro combinado de chilena en toda regla.
El rey de la chilena sin embargo, es y seguirá siendo aquel que da nombre a este blog... ROBERTO SEDINHO.

lunes, 7 de febrero de 2011

Eric Abidal, mucho mas que un lateral


Llegó sin hacer demasiado ruido, con la vitola de buen lateral, un especialista defensivo para la banda zurda. Eric Abidal aterrizó en Barcelona el 28 de junio de 2007, previo pago de la cantidad nada desdeñable de 14 millones de Euros. Llegaba de la mano de un Rijkaard que prometía ofrecer un fútbol ofensivo, vistoso, a priori no demasiado beneficioso para el estilo del francés. El FC Barcelona era un equipo en construcción que necesitaba títulos como el comer. Eric, internacional bleu con ascendencia de Martinica, se había hecho un nombre en el Lyon después de jugar en el Lille y el Mónaco. Llegaba habiendo sido elegido mejor lateral izquierdo del año. En su debut en el Gamper se permitió subidas por banda, regates y centros certeros que sorprendieron a propios y extraños. Algunos, como el que escribe, creímos ver en él el tipo de lateral izquierdo que necesitaba el Barça. Un atleta capaz de cubrir la banda entera, capaz de subir y centrar, de bajar y cortar, y hacerlo todo con solvencia. Muchos no supieron entender el caracter competitivo del francés, las declaraciones quejandose de falta de compañerismo y las demandas de trabajo físico a su entrenador. Si bien es cierto que el método de entrenamiento de Frank Rijaard no ayudó y el bueno de Abidal perdió la forma, la fuerza y la velocidad necesarias para ejecutar su juego. Muchos aficionados del Barça empezaron a dudar de sus capacidades. Él, sin embargo, siguió trabajando, siguió como titular indiscutible y se erigió como un pilar fundamental en la consecución de los seis títulos en la primera temporada de Guardiola. Había recuperado una metodología ideal para su estilo.
Entrado ya en la trentena, ha vuelto el GRAN Abidal, más grande que nunca. La buena línia de trabajo en el club le ha supuesto una mejora física que ha venido acompañada por una ola de confianza por parte de Guardiola y sus compañeros, culminada con su primer gol en el Barça y el tercero de su carrera deportiva. De ser un gran lateral; ordenado, disciplinado, fuerte y muy muy rápido, ha pasado a ser un central solvente, que va bien al corte, que no pierde balones por alto, que cubre las espaldas de sus compañeros y que se ha permitido el lujo de convertirse, según el propio Pep Guardiola, en el central "que mejor saca el balón jugado del equipo". Y eso, en un conjunto en el que juega Piquembauer, es mucho decir. Eric Abidal va camino de firmar una merecida renovación por dos años. Pocos franceses han triunfado en Can Barça, algunos como Blanc, Giuly o el mismísimo Thierry Henry, han tenido claros y oscuros. Abidal sin embargo ha grabado su nombre en el que posiblemente sea el mejor equipo de la historia y se ha ganado un sitio en el corazón de todos los aficionados del que, también para él, "és més que un club".