“Estoy harto de mi jefe. ¡Me quiero ir!”. Cuantos hemos dicho eso mismo cientos de veces tomando unas cañas, viendo el fútbol o departiendo con los amigos. A pesar de que la amenaza no suele ir a mas, es una clara muestra de que algo no funciona. Si la situación se extrapola al fútbol, también encontramos repetidos ejemplos de una situación similar. El último de ellos sucedió ayer en Inglaterra con Wayne Rooney y Sir Alex Ferguson como protagonistas. Al manager inglés le crecen los enanos. Tras un nuevo empate, quedándose cada vez un poquito mas lejos de la cabeza de la liga y surgiendo día si día también rumores acerca de su sucesor en el banquillo red, le explota en las manos una bomba como esta. No es el primer ídolo de Old Traford que dice basta. Ha habido unos cuantos que se han hartado de la disciplina y la mano dura del inglés y han solicitado una salida. Muchos de ellos han sido lideres indiscutibles de los reds. Así a bote pronto me vienen a la cabeza los casos de Stam y de Ruud Van Nistelrooy, de los pocos que salieron ganando. Pero ha habido otros casos, como el de Forlan, que se dice que dejó el club por no acatar la orden de Ferguson de usar tacos altos en un partido contra el Chelsea. O Tevez, que si bien se puede pensar que se marchó por dinero, lo cierto es que la relación del argentino con el técnico nunca fue muy fluida. Primero el inglés no le quiso renovar por considerar que tenía demasiadas estrellas y cuando, tras la venta de Cristiano al Madrid, quiso que se quedara, el argentino le mandó a freír espárragos. El caso de Rooney es distinto. Se trata de un jugador que llegó a Old Traford de la mano de Ferguson. Con 18 años era una de las firmes promesas del futbol inglés, acababa de convertirse en el jugador mas joven en debutar con los Pross y despuntaba en un sorprendente Everton. Ferguson no dudó en pedir su fichaje costase lo que costase. Así llegó al United y con Sir Alex se convirtió en uno de los mejores delanteros del mundo. Con él en el banquillo y con Rooney en el campo se han conseguido títulos, buen juego y cifras de record. Wayne ha cumplido las exigencias de Ferguson en el campo y ha sabido cambiarse el mono de trabajo según las necesidades del equipo; si hacía falta un goleador se convertía en el pichichi, si hacía falta un pasador. él asistía, si se necesitaba un bregador en la media punta, Rooney retrasaba su posición. Con espíritu combativo, goles y demostraciones de talento partido a partido, el 10 red se ha convertido en un ídolo para la hinchada a la altura de Bobby Charlton, George Best, Cantona, Beckham, Giggs o el gran capitán, Roy Keane. Precisamente este último hizo unas declaraciones similares en un momento de su carrera. En ellas pedía salir del club. El que fuese calificado por el mismo Ferguson como “el mejor centrocampista de su época”, consiguió, con esas declaraciones, una prolongación de contrato y una sustancial mejora en lo económico. Es de los pocos que puede presumir de haber ganado una batalla a Sir Alex.
Llegados al punto de plantearse la salida de Wayne Rooney del United, varios son los destinos lógicos. En la prensa y en la cabeza de todo aficionado que sigue la actualidad del fútbol aparecen dos nombres destacados: Real Madrid y Manchester City. Sin embargo, analicemos todas las opciones.
Real Madrid: A priori se presume el equipo que primero preguntará por la situación del delantero. De todos es sabida la predilección de Florentino Pérez por Rooney y la tendencia madridista de mirar en dirección al banquillo red. Desde hace años los blancos han ido preguntando por el jugador obteniendo negativas a la hora de negociar. Mourinho conoce a la perfección al delantero y eso ayudaría muy mucho a su adaptación. Además, se trata de un jugador muy versátil que puede ocupar todo el frente de ataque. Mirando el banquillo del Real Madrid, sin embargo, se hace difícil pensar que necesita de una estrella como Rooney. Wayne es un jugador que ha de estar en el campo cada fin de semana y se presume algo difícil en un equipo con piezas importantes y con posiciones dobladas por jugadores TOP. En la posición de delantero centro, el Madrid ha encontrado en Higuaín su delantero centro perfecto. Cuestionado desde el primer día, el Pipita ha respondido con goles y buen juego a las críticas. En la media punta encontramos a un Cristiano Ronaldo que no solo es incuestionable, sino que ahora tiene libertad de movimientos. Además, Mesut Özil se ha convertido en la versión 2.0 del portugués y en su perfecto escudero. Para acabar con el frente de ataque presumiblemente titular, está Di Maria, un extremo convertido en interior que intercambia posiciones con los dos “libres”. En el banquillo quedan los Kaka, Pedro León y Benzema. Este último puede ser la llave que puede llevar a Rooney al Madrid. Hace años que se especula con la predilección de Ferguson por el francés y no sería nada descabellado que acabara en Old Traford.
Para plantearse si Rooney puede acabar en el Real Madrid hace falta pensar: 1- ¿Aceptaría alguno de los jóvenes delanteros titulares del Madrid “chupar” banquillo? 2- ¿Tiene el conjunto blanco dinero suficiente después de unas cuantas temporadas de gastos espectaculares para afrontar una operación que puede rondar los 100 millones de €? 3- ¿Aceptaría Karim Benzema un cambio de aires teniendo en cuenta los problemas que ha demostrado para adaptarse a otras ligas?
Manchester City: Mirando la plantilla del City nadie podría pensar que se trata de uno de los equipos mejor posicionados para hacerse con Rooney, sin embargo, el rival ciudadano de los reds ha demostrado que cuando una estrella está en el mercado ellos entran en la puja. A pesar de esto se ha de pensar en la conveniencia de fichar a una super estrella mas para el ataque de los citizens. Este año, el equipo que dirige Mancini, tiene en nómina hasta cinco delanteros de primerísimo nivel. Entre ellos está Adebayor que ya ha mostrado su malestar por la competencia. En el City Rooney se reencontraría con Tevez, con quien se entendió a las mil maravillas durante las temporadas que compartieron delantera en el United. Mancini no es un técnico muy dado a apostar por el juego ofensivo y rara vez utiliza más de dos delanteros por lo que las oportunidades en un equipo dirigido por el italiano no serían demasiadas. A priori parece el equipo mejor situado para poder afrontar una operación multimillonaria como sería la de Rooney, pero para ello se han de resolver una serie de dudas: 1- ¿Le hace falta un delantero mas al Manchester City? 2- ¿Cómo recibirían las otras estrellas la llegada de Rooney al vestuario? 3- ¿Aceptaría Wayne Rooney no ser titular todos los partidos? 4- ¿Sería capaz el ingles de traicionar a la hinchada del United fichando por el eterno rival?.
FC Barcelona: Por necesidad tal vez se trata de el equipo al que mejor le iría la llegada de un jugador de sus características. A pesar de la llegada este verano de David Villa, un jugador de virtudes similares, la plantilla azulgrana es muy corta y necesita de referentes en ataque que marquen las diferencias. El ataque del Barça ha dependido las dos últimas temporadas en exceso del acierto goleador de Leo Messi. Si el año pasado Ibrahimovic no pareció ser el nueve referencia que necesitaba el Barça, esta temporada, Villa parece no ser tampoco suficiente. A pesar de lo poco que se lleva de liga, el Barcelona demuestra tener pocas alternativas en ataque y mas teniendo en cuenta que Pedro no está tan resolutivo como el pasado curso. El ataque del Barça se reduce a tres o cuatro jugadores (Villa, Messi, Pedro y Bojan), dos de ellos TOP, uno que, por el momento, no pasa de ser un muy buen jugador y un cuarto al que le está costando pasar de ser promesa a realidad. En está dicotomía parece que Rooney encajaría a la perfección. Es un jugador que, como Villa o Messi, se adapta a cualquiera de las tres posiciones de ataque, que puede jugar en la mediapunta o de extremo. Aportaría al Barcelona una serie de soluciones de las que ahora no disfruta. A pesar de parecer una operación 10 para el conjunto azulgrana, yo no le daría más de un 20 o un 25 % de las opciones de hacerse con el inglés. Sobretodo teniendo en cuenta que en los últimos años el Barça se ha gastado casi 100 millones de € en reforzar la punta de ataque y que las arcas están más bien vacías. Sandro Rosell fijó unos 50 millones por temporada para fichajes (65 a lo sumo para la temporada que viene teniendo en cuenta que se gastaron 35 este año). Con ese dinero, y teniendo como objetivo ya definido a Cesc Fabregas, parece muy difícil que puedan hacer frente a una operación como esta. Además, el comportamiento de Wayne fuera de los terrenos de juego y sus constantes polémicas no parecen el tipo de cosas que gustan a Pep Guardiola.
Ante la posibilidad de que Rooney acabe en el Barça hay que preguntarse: 1- ¿Tendría el Barça dinero para afrontar la operación? 2- ¿Aceptaría Guardiola el comportamiento fuera de los terrenos de juego del díscolo delantero? 3- ¿Cómo se tomarían Bojan y Pedro la llegada de una estrella más para el ataque azulgrana? 4- ¿Aceptaría Wayne estar a la sombra y cobrar siempre algo menos que Leo Messi?.
A parte de estos tres equipos cabe plantarse otras opciones, como el Inter de Benítez, el Milan o el Bayern de Munich. A pesar de que la italiana y la alemana no parecen las competiciones idóneas para un jugador como Rooney, son equipos con potencial económico y deportivo suficiente para afrontar la operación. En el Inter lucharía con delanteros de primer nivel y se encontraría, como en el Madrid o el City, con un entrenador que en principio apuesta por el juego defensivo. En el Milan el problema es que el conjunto rossonero tendrá que pagar el fichaje de Ibrahimovic el curso que viene y sus arcas tampoco andan demasiado bien. Para acabar, el Bayern hace años que se ha convertido en un equipo con algo menos de atractivo que las otras opciones y que, de momento, no anda muy bien en la Bundesliga por lo que aun puede acabar peor situado en la puja por el delantero.
De momento todo son cábalas, Rooney lleva una temporada difícil. Las lesiones, los problemas extradeportivos y su enfrentamiento con Ferguson han acabado estallando en esta situación. Que se trate de una medida de presión o de una intención real de cambiar de aires se irá viendo a medida que avance la temporada. Lo que es seguro es que llenará páginas y páginas de prensa deportiva y de la que no lo es tanto.
